“Y regresé, a la maldición del cajón sin su ropa, a la perdición de los bares de copas, a las cenicientas de saldo y esquinas…” dice el coro de la canción 19 días y 500 noches del cantautor Joaquín Sabina. Se trata de uno de los músicos y poetas más representativos de España. Éste señor, nace el 12 de febrero de 1949 en un pueblo andaluz llamado Úbeda, hijo del inspector de policía y de una ama de casa.
Joaquín Sabina se consagra rápidamente en la música española, por el alto contenido poético, irónico e incluso inmoral de sus letras. Pronto se convierte en uno de los compositores más apetecidos tanto por el público como por los cantantes, al punto que el propio Miguel Ríos, Ana Belén y Andrés Calamaro, entre muchos otros, se han beneficiado de su talento. En el 2001 publicó con enorme éxito su primer libro de sonetos, ciento volando de catorce.
En este orden de ideas, se puede inferir que no es un cantante que se metió a poeta sino un poeta que se metió a cantante, Joaquín Sabina, pinta un deslucido corazón en cada una de sus canciones, retratando la vida nocturna, las mujeres fatales, los bares que no cierran, el mundo sórdido y nubloso, todo un mapamundi de ansiedades y excesos, personajes pesimistas o como el mismo lo dice “nacidos para perder” peor siempre con esa premisa del amor que no se manipula, pues es la casualidad el mayor eje- según él- de éste sentimiento creador del arte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario