lunes, 1 de octubre de 2007

ADEMAN TACITURNO

No sirvió de nada protestar,
sin más luna que un botón
me ha contagiado de sutil menosprecio…
La culpa es de una mujer,
una maquina de suspiros, un libro viejo
en la mentira de la tinta.
La culpa es de la ceniza del viernes
que cuando tarda en venir
me devuelve a un ademán taciturno,
a la extraña e inmóvil canción de acero;
y que cuando parte
me deja a la intemperie de los salvajes
con un vino amargo y triste.

Sinuco

No hay comentarios: